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11 oct 2010

La Sole cantó 30 y brilló

La reina del poncho y la soja sopló las velitas junto a su gente en Arequito. La joven folklorista deslumbró en su tierra natal sobre el escenario principal.

Arequito feliz. Además de soja, la tiene a la Sole.

La Sole aprovechó que el martes 12 de octubre cumplirá años y se adelantó con los festejos y, a lo grande, en una fabulosa noche en su Arequito natal, en el marco de la 33ª Fiesta Nacional de la Soja, que se festeja tradicionalmente en esa ciudad. Contra todos los pronósticos, y por encima de las supersticiones que previenen de malos augurios, al final del encuentro el público entonó el feliz cumpleaños, seguido de un estruendoso aplauso para homenajear por adelantado a la joven cantante de folklore.

Como se suele decir, Soledad Pastorutti mató dos pájaros de un tiro, y en vísperas de cumplir su 30º aniversario cerró la gran noche que anualmente se celebra en su ciudad, Capital Nacional de la Soja, con un recital multitudinario y gratuito que brindó ante unas seis mil personas.

Ya se sabe como es la Sole, auténtica, cálida y efusiva, que despliega buenas vibras en cada escenario que pisa. Esta vez le tocó hacer lo suyo jugando de local, compartiendo junto a sus conciudadanos su pasión por el folclore haciéndolos delirar. Como era de suponer su querida hermana Natalia subió al escenario y compartió las tradicionales canciones que juntas acostumbran a cantar a dúo.

Soledad, que hace apenas algunos meses fue mamá de Antonia, estrenó nueva, o mejor dicho, renovada figura en el escenario principal de la Fiesta Nacional de la Soja organizada por el Ente Fiesta Nacional de la Soja de Arequito. El evento se presenta como un espacio destinado al intercambio y la difusión de conocimientos técnicos entre productores, la actualización en la comercialización y la búsqueda de soluciones para mejorar la actividad agropecuaria, y que cuenta con el auspicio del Ministerio de Agricultura de la Nación y la Oficina Nacional de Control Agropecuario (ONCA).

Para hablar de la reina del poncho es imposible eludir el potencial y la energía inagotable que la caracterizan. Basta con recordar su impactante presencia, con su panza a cuestas, en los conciertos que se celebraron durante la semana de mayo en el marco de los festejos del Bicentenario de la Patria.

Fue en una edición de la fiesta sojera, cuando la Sole tenía apenas doce años, que se presentó ante su gente como la revelación del folklore y la música joven. Anoche, siendo madre, esposa, y con una trayectoria impecable, Soledad Pastorutti cantó en el mismo escenario que la vió nacer artísticamente y que cada año le da su merecido lugar.

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