El papelón de La Sole

Es respetable que no quiera exhibir a su hija. De todos modos, debe entender el interés de la prensa por contar, al menos, con su testimonio.
Sin embargo, cuando abandonó el Sanatorio de La Mujer de Rosario, la oriunda de Arequito montó un operativo para evadir a los medios que la esperaron durante muchas horas, que incluyó: Auto polaridazo, cuatro custodios y un destrato poca veces visto.

Ni una diva se mueve de la forma que lo hizo La Sole cuando abandonó el Sanatorio de la Mujer, luego de dar a luz el jueves último a su primogénita Antonia, quien nació por cesárea poco antes de las 20.00.

Lo cierto es que toda la prensa entiende que quiera preservar a su pequeña hija y que haya accionado para que los medios de comunicación no retraten la imagen de la misma.

Es más, en las últimas horas, La Sole emitió un comunicado de prensa en el que, junto a su familia, agradece “las innumerables salutaciones y presentes florales recibidos” por el nacimiento de Antonia, e informa que “se ha solicitado y obtenido del Juzgado en turno un mandato judicial tendiente a impedir que se tomen y/o publiquen fotografías y/o imágenes de cualquier tipo del bebé”.

Esta medida, aclaran, “no implica en modo alguno obstáculo a la libertad de prensa ni censura“, ya que “todos los periodistas conocen la eterna buena voluntad y predisposición de Soledad para con la prensa en general, la cual se mantendrá inalterable”, pero, en lo que respecta a su hija, por lo menos en el primer año que estará más dependiente, “desean evitar en forma total una innecesaria presión por conseguir imágenes de la misma y tal el motivo del mandato judicial”.

Sin embargo, la forma de obrar de la cantante oriunda de Arequito dista mucho de sus palabras. Al momento de abandonar el nosocomio, el pasado fin de semana, montó un despliegue que ni una diva tiene a la hora de evadir a la prensa.

Muchos periodistas y camarógrafos se apostaron en la puerta del lugar para ver si, al menos, la cantante daba una declaración sobre el bellísimo momento que hoy le toca vivir tras la experiencia de convertirse en madre.

Pero muy lejos de eso, La Sole evitó el contacto con los medios y tuvo un proceder que generó un malestar en todos los trabajadores de este medio, al punto que lo definieron como “patético y bochornoso”, con la aclaración que “ni una diva hace eso”.

Parece que hizo ingresar un vehículo de culata a la prensa y se rodeó por cuatro custodios. Se subió junto a su esposo y, de inmediato, partieron sin dar declaraciones.

Cabe mencionar que todos iban a respetar la decisión de la familia de no mostrar a la pequeña Antonia y sólo querían entrevistar a la cantante, como en cada momento donde se la apoyó desde sus comienzos hasta la actualidad. No hay que olvidar que la prensa hizo mucho, también, por instalarla en los medios cuando era una niña que se paseaba propagando su talento de festival en festival.

Fuente: Primicias Ya